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Capítulo 19

Tras poder solucionar y salvar la aldea, Ash y Kai siguieron rumbo a las demás aldeas para entregar los encargos que aún les faltaban. Aunque sabían que llegar a las zonas específicas no sería tarea fácil, en el camino tuvieron que derrotar a ladrones y monstruos. También hicieron paradas para poder descansar. Al entregar los encargos a las dos aldeas faltantes, regresaron al reino. "Fue tarea fácil," dijeron los hermanos, sabiendo que hasta el momento no les había costado derrotar a los enemigos.

Estando en la entrada del reino para poder ir al gremio, ambos hermanos comenzaron a hablar.

—Luego de recibir la recompensa tomaré un baño e iremos a comer algo delicioso, hermano —exclamó Kai.

—Excelente idea, aunque debemos seguir con las misiones hasta juntar una buena cantidad de monedas de bronce, ¿qué te parece? —preguntó Ash.

—Sí... pero primero a comer! —respondió Kai con la barriga resonante.

Estando en el gremio, la recepcionista les agradeció por la misión y les entregó la recompensa, que eran monedas de bronce. Sin pasar dos segundos, aceptaron otra misión, pero esta vez eran misiones dentro del reino, a lo cual ella aceptó que se encargaran y se retiraron, no sin antes ver cómo Kai intentaba tirarle piropos y ligar con la recepcionista, siendo rechazado y golpeado por confianzudo.

Primero fueron a cenar y se gastaron la mitad del dinero en una comida de lujo. En un acogedor restaurante mágico, pidieron un plato famoso llamado "Estofado de Dragón Alado". Este estofado estaba hecho con tiernos trozos de carne de dragón, cocidos a fuego lento con una mezcla de hierbas aromáticas y vegetales de colores brillantes, todo acompañado de un pan de cristal, una especie de pan translúcido y crujiente que solo los mejores panaderos podían hacer. Para beber, disfrutaron de una jarra de "Néctar de Luz de Luna", una bebida espumosa con un brillo plateado, conocida por su sabor dulce y refrescante.

Para poder seguir con las misiones sin descansar, los encargos eran: barrer toda la plaza que se encontraba en el centro del reino, limpiar la estatua del antiguo héroe Ayato, y completar puestos en el mercado que aún faltaban terminar. Los hermanos se convirtieron en carpinteros profesionales bajo el reflejo del sol, ambos con una sonrisa. También tuvieron que limpiar los pozos de agua y eliminar algunas plagas de ratones que había en algunas casas.

Todas esas misiones les tomaron alrededor de una semana, ya que habían aceptado todas esas misiones y tenían que variar. ¿En qué sentido? Al eliminar las plagas de algunas casas, iban al mercado a construir los cuartos para los vendedores que faltaban. Las bases como paredes y techos ya estaban finalizadas; ellos solo tenían que dividir los cuartos y ponerles una pared de madera. Terminando todo eso por la noche, regresaban a dormir y se levantaban temprano para continuar durante esa semana, sin mencionar los pozos que tenían que limpiar.

Luego de un largo trabajo, por fin pudieron terminar todos los encargos y celebrarlo. Además, se llevaron la gran sorpresa de que la recepcionista del gremio, al momento de entregarles las recompensas, les informó que habían ascendido, siendo ahora ellos de nivel dos en el rango de aventurero. Felices al saber que podrían elegir misiones más peligrosas pero con mejores recompensas, saltaron de la alegría agradeciendo a la recepcionista.

—No es nada, todo se debe al gran esfuerzo de ambos —dijo ella con una gran sonrisa.

Ash y Kai celebraron yendo a bares, sin tomar mucho, más que para conocer y coquetear con mujeres. Sin embargo, fueron rechazados y hasta perseguidos por las parejas de algunas. Cansados de que les salieran mal las cosas al intentar conquistar a una chica, se fueron a comer algo delicioso acompañado de una cerveza bien fría. Era la primera vez que la probaban, pero al sentir el sabor amargo, sin dudarlo, lo escupieron mencionando que sabía asqueroso y optaron por pedir un refresco.

Por la mañana:

—Hermano, mira esto —dijo Kai, agarrando una de las tantas misiones que había en el muro—. ¡Están pagando en monedas de plata! Tomemos esta.

—Déjame ver —dijo Ash, acercándose a Kai para que le diera la hoja—. Vaya... es encontrar un amuleto que unos exploradores perdieron. Mmmh... Kai, parece que visitaremos una dungeon —mencionó.

—¡Genial! Pero... ¿Qué es una dungeon? —preguntó Kai.

—Una estructura subterránea de gran tamaño que alberga diversos peligros y tesoros —respondió Ash—. O eso debería ser... según los cómics que leía —pensó dudosamente.

—Entonces vayamos ahí. ¡Quiero ver con mis propios ojos qué son las dungeons! —exclamó Kai.

Ambos, estando de acuerdo con esa misión, se acercaron a la recepcionista para decirle que tomarían esa misión. Ella, sorprendida al ver cómo tomaban una misión peligrosa sabiendo que solo tenían un día como aventureros de segundo rango, estuvo de acuerdo y les advirtió sobre los peligros que había. Sin embargo, al ver el aura que emanaban ambos, les dio confianza y les mencionó que si podían aceptar otra misión extra. Ambos, dudosos, se miraron entre sí y preguntaron de qué se trataba. Ella, nerviosa y preocupada, explicó que días antes unos aventureros tomaron una misión para encontrar unos libros prohibidos que se encontraban en una biblioteca dentro de la dungeon mencionada. Añadió que ese lugar estaba escondido y no sabía con exactitud en qué piso se encontraba la biblioteca, pero que si encontraban unos cristales brillantes de color verde-azul, por ahí estaría el pasadizo escondido hacia la biblioteca.

Kai, con total confianza, dijo que sería pan comido y que preparara la recompensa cuando llegaran. Ash, dudoso por desconocer cómo sería la dungeon, qué tipos de criaturas habría, qué trampas o acertijos se cruzarían, o si sería verdad todo eso o sería totalmente diferente a lo que había leído en los cómics. Mientras más hablaban, más le dolía la cabeza a Ash por recordar su vida pasada. Era algo extraño, era la segunda vez que le pasaba. No entendía, pero quedó sorprendido de que todo comenzó desde el día en que estaba en su recámara de la academia e intentó manejar todos los elementos a la vez. Sin embargo, dejó ese pensamiento para más tarde para no preocupar a Kai o hacer que le preguntara por la expresión de asombro en su rostro.

En eso, apareció el grupo de aventureros con el rango más alto de ese momento. Los demás aventureros que estaban sentados o mirando los muros de las misiones se quedaron asombrados y comenzaron a murmurar al ver cómo llegaban y se dirigían hacia los hermanos.

—¡Qué agradable sorpresa! Son los hermanos que hacen misiones sin un grupo —dijo uno de ellos, sonriendo y poniendo sus brazos sobre los hombros de Ash y Kai—. ¿Qué tenemos aquí? Vaya, ¿ustedes también se dirigen a la dungeon? Mi grupo y yo vamos a ese lugar. ¿Por qué no vamos juntos? Eso nos beneficiará a ambos para conseguir lo que estamos buscando. ¿Qué les parece? —dijo, sonriendo mientras los miraba.

—No es mala idea, pero preferimos ir por nuestra cuenta —respondió Ash, quitándose el brazo del aventurero de su hombro.

—Nuestros padres nos dijeron que no habláramos con desconocidos —mencionó Kai con una sonrisa.

—¿Eh? ¡Hahaha, qué gracioso! —dijo, dando una palmada en su pierna y riéndose—. Me presento, me llamo Aric LongShadow —gritó al cielo con los brazos levantados—. Y ellos son mi grupo: Hana, Lyra, Nina y Nadia. Cada una de ellas cumple su rol al momento de combatir.

—¡Qué nombre tan abrumador! Yo soy Kai Starwind —dijo Kai, copiando la misma pose de Aric.

—Ash Starwind, un gusto —dijo Ash, inclinándose para saludarlos.

Todo el grupo dijo "un gusto" mientras se inclinaban. Aric volvió a hacerles la misma propuesta, a lo cual ellos se negaron y se retiraron. La expresión de Aric cambió a una de enojo mientras murmuraba entre dientes: "Con ellos podremos pasar...".