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By Red Moonlight.

La mente es un mundo completamente diferente a lo que podemos ver, nos hace pensar, crear, vivir, pero tiene un lado oscuro y es que nos puede engañar, hacernos creer en lo inexistente, nos hace crear ilusiones que nos pueden destruir de manera tan cruel nuestro corazón, así como la realidad destruye nuestros sueños. La trama gira en torno a Laura Christina Truinstra Lostwood, una chica de 19 años con un pasado tan oscuro como una noche sin estrellas. Su vida da un giro inesperado cuando se encuentra con Erick Vries Janssen, una criatura que alguna vez creyó inexistente. No solo este encuentro altera su percepción de la realidad, sino que también pone en marcha una serie de eventos que involucran a sus amigos más cercanos. A medida que se enredan en una red de secretos, se ven expuestos bajo la luz de la luna roja. Si tienes curiosidad por explorar las vueltas y revueltas que darán forma a la vida de nuestra protagonista, ¡mantente atento y descubre los intrigantes escenarios que te esperan en esta cautivadora novela web! By: Yileidi Pinales Ig: @551_cccy

yileidi_pinales82 · Fantasy
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38 Chs

capítulo 3: Tuvieron un accidente y no sobrevivieron.

Me fui a mi habitación.

AL OTRO DÍA.

Al despertar me levanté de la cama para luego dirigirme hacia el baño y hacer toda mi rutina mañanera y al salir de la habitación de baño me vestí con unos anchos pantalones rotos, una remera corta blanca y un abrigo holgado por encima para luego bajar las escaleras que dependiendo me llevarían a mi muerte o al desayuno, pero antes de bajar completamente las escaleras escuché otra voz además de la de mi niñero, Sin poder evitarlo me recosté de la pared y chequé si se trataba de alguien o si simplemente estaba perdiendo la razón pero como esperaba no estaba loca.

Sentados en el sofá se encontraban charlando cómodamente un chico que parecía de la edad de Erick y con el característico tono pálido de piel entonces es cuando por mí mente se asomó la idea De que ese chico también podría ser un... sacudí rápidamente la cabeza sacando completamente de mi cabeza aquella idea y pasé frente a ellos como si nada hubiese pasado la noche anterior, tratando de ignorar completamente su presencia y no debía negarlo, si dijera que no tenía miedo probablemente estaría diciendo una gran mentira pues era casi imposible que con solo escuchar el nombre de mi niñero un escalofrío se extendía por todas mis entrañas, porque aunque él era extremadamente guapo no le quitaba de encima el simple hecho de que era un vampiro con intenciones ocultas, ni siquiera podía imaginar una escena en la que el estuviese cerca de mí que no fuera para matarme. Fui a la cocina y justo cuando puse el pie dentro de ésta, escuché su voz.

—buenos días, Christina... —lo ignoré descaradamente, así como descaradamente se atrevía a hablarme como si nada después de lo de anoche ¿Qué se creía? ¿Casi me mataba y ahora me daba los buenos días? Exasperante, me daban unas tremendas ganas de encerrarlo en una habitación con luz solar donde no pudiese beber sangre y se muera lentamente, debería ser el terror de los vampiros, no lo dejé pasar y me felicité internamente.

5 minutos más tarde seguía desayunando, tratando de ignorar su intensa mirada lila sobre mí ¿Debería preocuparme el color de sus ojos? No lo creo.

—Más tarde tendremos que salir. —Miré mi teléfono ignorándolo nuevamente. —¿Podrías dejar de ignorarme? —Cuestionó acercándose a mí lentamente haciéndome retroceder hasta sentir el pasamanos justo en mi espalda baja, sintiéndome como una presa.

—Oh vamos ¿Por qué tendría que dejar de ignorarte? Después de todo, quizás seas un producto de mi imaginación. —Y sucedió, pellizcó una de mis mejillas viéndome directamente a los ojos y hasta este punto podría sentir la fría temperatura que emanaba de su piel contra la mía, pero que, de alguna manera, se convertía en un aire extremadamente ardiente.

—¿No crees que si fuese un producto de tu imaginación no podría tocarte? —Susurró cerca de mis labios, Haciéndome sentir algo en el estómago y a la vez como caía lentamente en el pozo color lila de sus ojos, hacía que de la nada olvidara como respirar pues no era para nada sencillo respirar mientras lo sentía cada vez más cerca. —¿qué pasa? ¿La chica parlanchina se quedó muda? —Sonrió de manera altanera. —ya en serio, estás algo pálida y se supone que debo cuidarte. —Agregó mientras se separaba de mí ¿A qué quieres jugar Erick?

—Debe ser una puta broma. —Susurré para mí misma dándome cuenta de que mi niñero vampiro es un idiota.

—¿Sucede algo?

—¿en serio estás preguntando eso? Nada de malo ya sabes, aquí casual viviendo con un fuckin vampiro que muy pronto me sacará la sangre y que mientras toda mi vida me dijeron que no existen ahora estoy viendo a uno frente a mí, pero no puedo decir nada porque luego pensarán que estoy loca y terminaré en un manicomio volviéndome la mejor amiga de mi psiquiatra, lo normal. —Hablé mientras sonreía con falsedad. —Tengo que salir de este lugar. —Agregué intentando esquivarlo, pero éste se interpuso en mi camino.

—Estoy hablando en serio, después de lo de anoche es como si fueses otra persona, así que por última vez ¿Qué demonios sucede contigo y tu carácter?

—¿Quieres saber qué sucede? ¡Tu sucedes Erick! —Exclamé lo último. —¡Anoche estuviste a punto de hacer una maldita estupidez y hoy te comportas como imbécil! Vas a volverme loca.

— En primer lugar, siento mucho lo de anoche, no pude controlarlo ¿Ok? Y en segundo lugar nunca cruzó por mi cabeza el hacerte daño.

—Yo me voy. —Dije para luego irme, pero antes de salir sentí un choque de electricidad recorrer hasta el fragmento más oculto de mi cuerpo y eso solo lo sentí con la simple acción de que Erick agarrase mi mano.

—¿Vas a ignorar lo que te dije? Tienes que decirme a donde irás. —Escuche de su parte y gire la cabeza hacia él.

—Número uno, no te disculpes de todas formas seguirás siendo un idiota, dos, ¿Qué esperas que hagas después de lo que pasó? ¿Qué te dé mimos o qué? Y tercero ¿A tí que te importa?

—¿Qué crees que lo de anoche fue mi culpa o qué? No puedo controlar esto, es como intentar tapar el sol con un dedo y debes decirme a dónde vas. —me exigió mirándome directamente a los ojos.

—Pues mira a ver lo que haces. —Respondí de mala manera poniéndome sería mientras le sostenía la mirada entonces todo quedó en un silencio abrumador, mientras que ambos solo nos mirábamos a los ojos intentando descifrar los pensamientos del otro y era una sensación acogedora, una sensación en la que sentía que con solo mirarnos a los ojos podíamos saber los pensamientos del otro... Una sensación de conexión. Luego de unos largos minutos pestañeamos al mismo tiempo saliendo de nuestra burbuja.

—como quieras, igual sabes que te encontraré por tu olor.

—suerte con eso. —Articulé volteando los ojos mientras me volteaba con una pequeña sonrisa en la cara, agarré una manzana verde del frutero y emprendí camino hacia mi trabajo.

💫💙Erick Vries💙💫

Soy Erick y sí, Era un estúpido vampiro, pero esa no era de mis mayores preocupaciones o bueno, solo era una parte de las que sí eran una carga para mí pues casi mordía a esa chica que se supone que debía cuidar, pero que también debía alejar de mí lo suficiente como para que no pueda dañarla y ¿Cómo se suponía que alejaría a la persona que más debía proteger? O ¿Cómo protegería a alguien de la cual no podía alejarme medio metro? Porque sí, sabía que lo de la noche anterior no era un accidente y que si seguía así la pondría en riesgo, si se tratara de mi hermana quizás ella diría que la sangre de Christina me llamaba y si esa era la razón por la que me sentía como como un perro guardián a su lado entonces seria era mi verdadera preocupación.

Era un gran problema el simple hecho de sentirme atraído hacia ella y hacia su sangre e iba a ser una terrible tragedia si cometía una estupidez como morderla y me preocupaba bastante el simple hecho de imaginar que en unos meses no iba a poder controlarme como lo hacía en esos momentos.

⌚Horas más tarde⌚

Me encontraba concentrado en mi teléfono cuando de la nada sentí que Christina estaba en peligro. Me parecía más que increíble el simple hecho de sentir esa conexión con esa chica, aun sabiendo que era imposible que un humano y un vampiro puedan establecer lazos.

Sin poder controlar el instinto de sobreprotegerla seguí cada rastro de su olor dándome cuenta de que me dirigía hacia un puente logrando ver el cómo ella colgaba de él. Sin dudarlo por un momento agarré su brazo fuertemente mientras intentaba subirla y es cuando me percaté de que ésta se negaba a mi ayuda.

—¿te voy a subir, oki?... —Susurré sujetándola del brazo con fuerza porque a decir verdad no quería soltarla por nada del mundo y no solo por el contrato de niñero que firmé sino por las terribles ganas que tenía de cuidarla cual muñeca de porcelana.

—¡no, no me toques suéltame! —Gritó despavorida entre sollozos, tratando de soltar mi agarre.

—¡¿Qué acaso no ves que si caes desde esta altura podrías morir?! —Alcé la voz haciendo que se sobresaltara intentando subirla, jamás me había preocupado tanto por una simple humana y probablemente hace tiempo la hubiera soltado, pero esta vez era diferente, mi cabeza era un mundo completamente diferente.

—¡suéltame te digo! —Gritó y en su mirada me di cuenta de que ella desde un principio pensaba en suicidarse, quería huir de sus problemas entonces pensé rápido.

—hagamos algo ¿Sí? —Me miró fijamente a los ojos y asintió. —prometo no tocarte ni acercarme a ti si dejas que te salve ¿Aceptas? —Sus lágrimas cesaron cual sol se asomaba después de la tormenta, dándose cuenta así de que si la soltaba desde esta altura podría fracturarse todo el cuerpo... Cómo si hubiese despertado de una pesadilla.

—Está bien. —Normalizó su voz y la sostuve fuertemente para luego subirla donde estuviese segura, ella inmediatamente se lanzó hacia mí en un fuerte abrazo, tan fuerte como si en cualquier momento pudiese desaparecer.

—g-gracias. — Murmuró temblorosa, su piel helada se sentía como un tempano de hielo. Luego de haberla conocido era la primera vez que la veía tan vulnerable frente una persona, pues ella siempre se mostraba firme incluso con su madre.

—ya... tranquila... ya pasó... Deja de llorar ¿sí? —estábamos en la acera, yo debajo de ella y ella encima de mi regazo llorando, cual niña le acababan de regañar mientras me abrazaba tan fuerte como si en mi encontrara el calor que no podía encontrar en otra persona. Correspondí su abrazo dándole besos en su cabeza y caricias en su espalda tratando de tranquilizarla. —no pasó nada ¿Ok? Está bien, vamos a casa y luego me cuentas lo que sucedió.

—ok.

Al parecer se encontraba frenética con lo sucedido ¿Acaso no se dio cuenta que estaba a punto de quitarse la vida? la cargué como princesa y la llevé a casa.

(...)

—¿me explicaras lo que pasó en ese puente? —Cuestione dándole una taza de té, esta la sostuvo algo temblorosa.

—b-bueno, yo... es complicado. —dijo mirando la taza de té.

—¿qué tal si me cuentas desde que te fuiste? —dije suavemente acercándome a ella y sentándome a su lado.

—verás... yo... cuando salí fui hacia mi moto, todo iba normal, pero la moto estaba dañada y decidí ir caminando. ¿Sabes que mamá se fue de viaje por negocios junto con mi hermano? —Asentí mirándola a los ojos. —Pues me llamaron y me dijeron que... Que tuvieron un accidente y q-que no sobrevivieron... —vi como de sus ojos se escaparon varias lágrimas haciendo que algo se removiera dentro de mí, dolía verla rota y apagada, cogí su rostro y lo acune entre mis manos secando sus lágrimas para luego asentir incitándola a que continúe. —entonces no me di cuenta de que caminaba a ese puente hasta que ya me encontraba colgando de él. —Entonces descubrí al instante lo que sucedía.

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