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ASOIAF: Una Historia Alternativa

Una historia en la que Jon Nieve toma su destino con sus propias manos. Acompañemos a Jon Nieve en su camino de gloria, traición, tristeza, ira y amor. En un mundo despiadado donde el honor es lo único que ya no tiene valor alguno, donde los despreciables señores y damas de los Siete Reinos juegan el Juego de Tronos, ya sea por ambición, diversión, o simplemente para ver el mundo arder. Basado en las Novelas de George R.R. Martin, este Fanfiction de Canción de Hielo y Fuego se basa exclusivamente en información disponible en los libros y un poco de mi propia cosecha... Todas las teorías aquí están aunque sea ligeramente basadas en las novelas y material literario adicional escrito o autorizado por el Autor original. [Aportes bienvenidos aquí: patreon.com / IgnathiusNZX] [DESCARGO DE RESPONSABILIDAD] Personajes, Lugares, Nombres, etc. Son propiedad de George R R Martin, y pertenecen a su saga literaria Canción de Hielo y Fuego.

IgnathiusNZX · Book&Literature
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46 Chs

Jaime - V

El príncipe Aemon se había recuperado desde hacía bastante tiempo, pero continuaba fingiendo estar convaleciente para poder pasar mas tiempo con "su lobita". Lo único que Jaime no esperaba era que el pequeño espectáculo que había montado con la pequeña niña Stark fuera tan contundente, y mucho menos que aquello propiciara que Aemon y Arya volvieran a ser tan cercanos como recordaba.

Si bien solo los había visto un par de veces en Invernalia, como cuando el joven príncipe le obsequio aquella espada braavosi a su pequeña prima. Y luego también en Desembarco del Rey, mientras entrenaban en el patio de la Torre de la Mano.

Jaime sabia que su cercanía era una que muchos hermanos de sangre jamás llegarían a tener. Había pensado que podrían tener sentimientos románticos el uno por el otro, pero no lo había comprobado hasta antes de esa reunión…

Aemon había estado a un paso de comprometerse con una de las nietas de lord Ardrian Celtigar, cuando Jaime irrumpió junto a la chica Stark. Se suponía que la niña solo mencionaría una situación cuestionable que invitara a malos entendidos, e hiciera sospechar que Aemon tenía una… relación poco sana con la chica.

Pero la niña no dejo demasiado a la imaginación, apareció como una mujer casada que ha descubierto a su marido engañándola. Casi como si se hubiera enterado de que el hijo de su dama de compañía era el bastardo de su marido. La niña debió haber estado imitando a Lady Catelyn Tully, pues era imposible que una niña pequeña tuviera tantas nociones de como regaña una mujer casada a su esposo. Y eso quedo aún más claro cuando Jaime vio que Aemon palidecía aún más, el chico parecía estar remembrando algunos malos recuerdos, pero la niña ni siquiera se inmuto. Caminó hasta Aemon y lo abofeteo por ser desleal. Luego le exigió quedarse en el consejo para vigilar que no volvía a cometer ninguna falta. La niña, además, sin siquiera preguntar se sentó en el regazo de Aemon y miro a los señores de Marcaderiva e Isla Zarpa con clara burla en el rostro.

No se volvió a sacar el tema de los acuerdos matrimoniales. Aunque Aemon parecía enfurruñado, inconscientemente acabo abrazando a su joven prima, reforzando aun más la noción de que su relación no era tan simple.

La reunión acabo tiempo después, y luego de que los señores vasallos de Aemon se retiraran, siguió una pequeña conversación con su prima.

—¿¡Que significa esto Arya!? — comenzó el joven príncipe.

La niña solo lo miro con desdén un momento, y luego desvió la mirada.

—¿Por qué estas molesto? —dijo ella — Si me estuviste abrazando todo el tiempo con una sonrisa tonta en la cara —le espeto.

—¿Sonrisa tonta, Arya? Era una sonrisa incomoda, ¿Cómo esperabas que reaccionara? Solía cargarte así cuando te leía cuentos. Solo fue un error, es una mala costumbre abrazarte. —dijo Aemon rápidamente.

—No me abrazabas tan fuerte cuando me leías —dijo la niña con una sonrisa.

—Eso no prueba nada. ¿¡Niña idiota, ahora que hare para encontrarte un marido!?

—¡No quiero un marido! Y tu no decides con quien me casare. ¡No te atrevas a venderme para ganar apoyo, Aemon!

—No pensaba venderte, Arya. —dijo Aemon con una expresión de tristeza y agravio — sabes que no haría nada que te cause dolor.

—¿Realmente? — dijo ella con rencor — Casi haces que te maten, Aemon, me has estado ignorando, y trataste de casarte… con una chica… —murmuro lo último.

Jaime miraba como si se tratara de un espectáculo, una obra de teatro o un espectáculo de titiriteros.

—¿Y qué esperabas? ¿Qué me casara con un hombre? —le espeto Aemon.

Jaime ya no pudo contener la risa, y rompió en una carcajada. Grave error, porque la atención del chico de quince años y la niña de diez se concentró en él.

—¿Sus altezas? —se escucho decir Jaime, antes de notar su error. Pues la expresión de Aemon era de comprensión y rencor.

—Arya, dime. ¿Fue ser Jaime quien te instruyo para que hicieras esto?

—Algo así, vino a buscarme a mi habitación, y me dijo que estabas discutiendo tu compromiso con una Celtigar. Dijo que, si parecía que teníamos una relación ilícita, podría lograr que nunca mas vuelvan a buscarte con ofertas de matrimonio.

—Ya veo. —dijo Aemon asintiendo con la cabeza. — entonces, Ser Jaime Lannister, mi buen Lord Comandante, ¿tienes algo que decir en tu defensa? Pero tenga la certeza de que creo mucho más en Arya que en usted. Y cualquier cosa en la que la contradiga, yo me limitare a creer en la palabra de mi lobita. Lo que agravaría su falta, mi buen Lord Comandante.

—Yo… no negare que todo esto fue parte de mi plan. —le respondió Jaime rápidamente. — pero… no le instruí que hiciera todo lo que hizo, es más, casi todo lo que Lady Stark dijo e hizo fue improvisación suya.

—Yo solo… hice lo que madre dijo que era impropio de una dama, cada vez que me regañaba al encontrarme con Jon… —dijo la niña.

—Ya veo… ambos son igualmente culpables… Ahora cual será el castigo… —dijo el chico con la mano en la barbilla — Lo tengo, Arya ven aquí. — la niña obedeció y se acerco — desde ahora, públicamente serás mi prometida, pero eso no significa que lo seas, te encontrare un marido apropiado que te resulte satisfactorio, y yo… me casare con cualquier chica adecuada… pero no serás tú.

La niña asintió, y Jaime vio lágrimas en sus ojos.

—Y usted, Ser Jaime… será apartado de su responsabilidad como Guardia Real escolta mío y de Arya, y se mantendrá fuera de mi vista hasta que decida lo contrario, además, esto que hizo aquí… será registrado en el Libro de los Hermanos, con lo siguiente; "conspiro contra su Rey, y arruino su reputación", ha entendido.

—Comprendo, su gracia es compasivo. —le respondió Jaime — ¿Puedo sugerir añadir como se arruino su reputación?

—A que te refieres…

—Creo que seria mucho mas humillante que el libro dijera, "conspiro contra su Rey, y arruino su reputación, marcando al Rey como un amante de la carne tierna" — dijo Jaime riendo.

Aemon se sonrojo, y Arya lo miro sin comprender.

—Usted no escarmienta, ¿no es así, Ser Jaime? —dijo el chico con el rostro sonrojado.

—¿Qué significa eso Aemon? —pregunto la niña — No entiendo, ¿qué te gusta la carne blanda?, pero eso no es tan extraño, a mi me gustan mas las carnes suaves y fáciles de masticar…

Jaime recibió la mirada de rencor de Aemon sin inmutarse.

—Significa que Aemon, tiene predilección por las niñas pequeñas, demasiado jóvenes para ser consideradas doncellas, mi señora. — respondió Jaime para desdicha de Aemon.

—Ojalá eso fuera verdad… —mascullo la niña. Dándose la vuelta y tratando de salir de la sala.

Aemon extendió el brazo, la sujeto por el vestido y la acerco a sí mismo.

—¡Arya, pero que dices! — le espeto Aemon a la malhumorada niña — ese tipo de personas les hacen cosas indescriptibles a las chicas de tu edad.

—Si, indescriptibles, las abrazan, duermen con ellas, las sientan en sus regazos, les regalan vestidos hermosos, joyas, las miman y muchas otras cosas… —aporto Jaime, mencionando todo lo que Aemon hacia, pero omitiendo lo medular. Lo que provocó que el joven príncipe le mirara con ira.

—¿Entonces a Aemon realmente le gusta la carne tierna? —pregunto la chica.

—Nunca digas algo así, Arya. —grito Aemon — realmente no es verdad, no realmente, puede… que mi predilección solo sea… hacia ti…

Aemon dijo de forma entrecortada, y titubeante, pero Jaime escucho claramente, y la niña que estaba mucho más cerca del príncipe también.

—Entonces… ¿yo te gusto? —pregunto la niña con brillo en los ojos.

Aemon miro a Jaime con rencor, y un sutil rastro de derrota.

—Si… Arya… — dijo el chico — pero eso no significa que vaya a hacerte algo, o que me vaya a casar contigo. —añadió enojado.

La chica Stark miro al príncipe con una sonrisa.

—Claro que nos casaremos, Aemon. —le dijo ella — no lo dudes, porque no dejare que te cases con nadie más.

Aemon sonrió y le dio un beso en la frente a la niña, al parecer, le gusto escucharla decir tal cosa.

Pero a Jaime, le pareció ligeramente escalofriante. La niña había aprendido bastante bien como usar su espada braavosi, y era bastante hábil, cualquier chica que tratara de acercarse a Aemon corría peligro.

...

...

Todo había ido tan bien, Aemon se había recuperado, su relación con la pequeña loba de Invernalia era más cercana que antes. Y había logrado reunir dos mil quinientas espadas leales para su ejército, solo considerando a los hombres aportados por los Velaryon, los Celtigar y los Rykker que decidieron jurar lealtad al final.

Pero ese cuervo llego, ese maldito pájaro que traía noticias y ordenes que harían que el príncipe Aemon montara en colera. Jaime sabia que eso seria lo que sucedería, ya sabia lo mucho que Aemon quería a su prima, y ahora eran prometidos, no solo como excusa para evitar propuestas matrimoniales, Jaime ya había notado que Aemon consideraba a Arya su verdadera prometida.

Jaime se dirigió a la habitación donde Aemon y Arya pasaban el rato, ya fuera leyendo, hablando, bromeando, entrenando, o simplemente haciéndole compañía al otro.

Toco la puerta, pues hubo una vez en que entro sin preguntar y encontró a Lady Arya cambiándose la ropa cuando Aemon le regalo un vestido nuevo. Y otra en que las damas le estaban tomando las medidas para mandar a confeccionar vestidos nuevos… La ira de Aemon ante aquello fue tal, que Jaime pese a su actitud irreverente, decidió cumplir con el protocolo antes de entrar a cualquier habitación que tuviera la puerta cerrada.

—Su Gracia, hemos recibido un cuervo, hay noticias del ejercito norteño dirigido por su primo. —anuncio el guardia real desde el exterior.

­—Pase, ser Jaime — respondió Aemon.

Jaime hizo lo que se le pidió, y entro a la habitación. Aemon estaba sentado frente a su escritorio mirando un mapa, y lady Arya estaba sentada en la cornisa de la ventana con un libro en sus manos.

—Mis disculpas. —dijo al entrar — Es algo urgente, príncipe Aemon, esto podría afectarle a usted y a su dama…

—¿De qué trata, Ser Jaime? — respondió el chico sin alzar la vista del mapa — si no fuera tan importante, entonces habrías enviado la respuesta de siempre, que tiene de diferente este mensaje, y como afectaría a Arya.

—Eso es… — Jaime sabía que no debería endulzar demasiado las cosas — el ejército de Robb Stark, totalizado en veintidós mil hombres ha marchado al sur, una parte cruzo por el Cruce en los Gemelos y la otra bajo por el camino real…

—Oh, esas son buenas noticias, ¿entonces, en que nos afecta? —dijo el chico alzando la mirada por primera vez —¿Quieren que mis huestes se unan a la ofensiva?

—No exactamente… quieren que escolte a Lady Arya a los Gemelos, pues se quedara allí hasta el momento en que deba casarse con el hijo menor de lord Walder Frey… —respondió Jaime rápidamente, sin tratar de amortiguar el golpe, porque cualquier cosa que dijera solo haría que Aemon estuviera más enojado.

—¿Cómo has dicho? ¡Explica ahora! — el chico estaba furioso, Jaime podía notarlo por su tono, si tuviera algo frágil en sus manos definitivamente lo habría aplastado.

—Yo… casarme con un Frey… ¡Nunca! —la niña también estaba enfadada, asustada y triste.

—Príncipe Aemon, para cruzar el paso de los Gemelos, los Freys cobran un peaje… —comenzó Jaime.

—Y me estás diciendo… ¿¡Que mi Arya, es la moneda con la que Robb pago a los Freys!? — lo interrumpió Aemon, con una voz tan cargada de ira que Jaime como su guardia real sentía que se quedaba sin aire.

—Si, su gracia. Pero no fue Robb quien llego a tal acuerdo…

—¿¡Quien!?

—Lady Catelyn Tully Stark, la carta es de Lord Robb, dice que su madre le dijo que había una solución además de dar la vuelta y a enfrentar a Lord Tywin en batalla frontal… dialogando… que Lord Eddard le había enseñado solo a ser valiente, pero no a hincar la rodilla cuando debía…

—¡¡¡Esa maldita mujer!!! ¿Es tan estúpida? ¿No conoce la diferencia entre los Stark y los Tully? ¡¡Los Stark no se arrodillan ante los sureños!! ¡¡Siempre fueron los otros quienes se arrodillaban ante los Stark, no somos vasallos, somos Reyes, no una puta casa de sirvientes baratos que se arrodillan ante el que la tiene más grande!!

—Príncipe Aemon… —Jaime estaba nervioso, nunca había visto a Aemon tan furioso. Dudaba incluso que lo estuviera durante su asalto a la Fortaleza Roja cuando rescato a Arya Stark.

—Ser Jaime —su voz, ahora helada y controlada, con una ira tan fría que helaba el alma de quienes lo escucharan — convoque a mis señores vasallos los quiero en la sala de guerra en media hora, envié cuervos a Harrenhal, ya no necesitamos mantener esa fortaleza para el Norte, aun así, mejor dejar unos quinientos hombres para defenderla; que el resto marche hacia Piedrasviejas dentro de dos semanas, nos encontraremos allí. —hizo una pausa — Y haz que preparen los estandartes del Dragon del Norte. No habrá más espera, es hora de que Poniente sepa que aun quedan dragones, y que nadie nos ofende si no quieren ser aniquilados.

Jaime corrió por Fuerte Pardo, envió a los guardias a convocar a los señores que estaban en Valle Oscuro, hizo que el maestre enviara cinco cuervos a Harrenhal.

Solo había algo que sabia con certeza, pronto, Poniente recordaría que el lema de la Casa Targaryen no era Fuego y Sangre en vano.

Y quedo la escoba... XD

Ahora sí, en serio. Cat... no debiste vender a Arya...

Se acerca la verdadera Guerra de los Cinco reyes y el regreso de los dragones... tanto los de Daenerys en Essos, como los de Aemon en Poniente...

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