webnovel

Prólogo

Quise morir tantas veces en las que solo me preguntaba en la verdadera razón por la que aún sigo aquí. Pero, viéndote desde esta distancia comprendo que esto que tenemos sigue siendo un motivo más para seguir. La sangre nos acompaña, nos ha vuelto más que caóticos y nos ha hecho herirnos miles de veces. ¿Quieres un poco de venganza para sentirte bien con ello? Estamos aquí; siendo insanos, tóxicos y muy posesivos con lo que nos pertenece. Somos un muro de concreto que se va derrumbando de a poco y sin embargo, nadie puede acceder a lo que somos, porque, son millones de capas que nos acerca para protegernos mutuamente de todo.

Tus lagrimas son el salvavida de toda mi existencia, y tus ojos, aquellos ojos cafés que me han acompañado la mayor parte de mi vida, me hacen sentir capaz de absolutamente todo en este maldito mundo, son lo único en lo que pienso. Eres como la exquisita sangre entre mis manos luego de hacer daño. Eres ese pensamiento retorcido y pecaminoso al que necesito recurrir cuando siento que caeré. Tú sostienes mis pilares. 

¿Podemos seguir jugando?

Te veo, muchas veces veo esa oscuridad armoniosa que gira a mi alrededor. Estás a salvo entre mis manos, aunque las puertas del infierno estén de este lado sujetando nuestras cuerdas más de lo que te imaginas.

Somos oscuridad, la más pura y grande de todas.

Somos destrucción.

Los demonios bailan junto a nosotros, pero, soy yo quién sigue sujetando tus cuerdas.