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"Esa cosa es real, ¿sabes?, no es algo con lo que debería jugar un niño" dijo el hombre de mediana edad extendiendo la mano con intención de quitarsela de los brazos a Kohta.

Yuichiro paró y mirándo a Yuriko para ver su reacción, vió que ella no miró a Kohta o al viejo, lo estaba mirándo a él. Pero él no se movió, ya que ahora ya no es su problema, y habló con ella.

"¿Me vas a presentar a tu esposo?" Preguntó él.

Ella levantó una ceja, pero de todos modos asintió.

Ambos caminaron por el jardín en dirección a la mansión, dejando al grupo en la entrada.

"Yo…" Kohta perdió la voluntad de seguir hablando al ver a Yuichiro alejarse como si nada. Y no luchó cuando el viejo tomo el arma en su mano.

Saya frunció el ceño al ver toda la situación, y fue la primera en darse cuenta de las intenciones de Yuichiro.

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Mirando alrededor de la oficina, Yuichiro se acomodó en la silla frente al escritorio. Yuriko ya fue a buscar a al padre de Saya, por lo que no tuvo nada que hacer más que mirar la oficina.

Escuchando la puerta abrirse, Yuichiro escuchó la voz de un hombre imponente.

"Supongo que tú eres a quién debo agradecer por traer a mi hija a salvo".

Levantándose, Yuichiro vió a un hombre de mediana edad que evidentemente está en buena forma física, con aura bastante autoritaria a su alrededor. Su altura fue un poco menor a Midorima, pero el hombre frente a él parece más grande.

Yuichiro lo miró directamente a los ojos y mientras extendió la mano derecha para saludar, habló.

"Supongo que tu eres Takagi Souichiro. Me gustaría saber, ¿cuáles son tus conexiones con Shido Ichirou?" En el momento en que hizo su pregunta, sacó la pistola de la funda derecha con su mano izquierda y apuntó al corazón del padre de Saya.

Detrás de Souichiro, Yuriko entró y frunció el ceño al ver la situación. No fue lo suficientemente tonta como para gritar por ayuda o algo parecido, tiene suficiente confianza en su marido, por lo que solamente esperó a ver como se desarrollará la situación.

"Soy Takagi Souichiro, antiguo señor de Tokonosu, maestro del estilo Tendo Sogon" dijo sin ningún miedo en su voz.

"Akashi Yuichiro, y no tengo ninguna intención de irme sin una respuesta que me satisfaga" dijo soltando la mano de Souichiro.

Mirando el arma en sus manos, Souichiro preguntó.

"¿Porqué quieres saber éso?".

"Razones personales" dijo Yuichiro.

Souichiro mirándo la forma en que el joven frente a él lo mira, habló.

"Mi relación con Shido-san es estrictamente profesional. Más allá del ambito político no tengo mucho contacto con él".

"Entonces me gustaría saber como supiste sobre el brote con anticipación, ya que no creo que haya montado todo ésto de improviso" dijo Yuichiro haciendo una señal con su cabeza en dirección a la ventana, donde se puede ver a varios adultos moviendo varias cajas a un camión.

Souichiro frunció el ceño, pero respondió de todas formas.

"Al parecer Shido-san malinterpretó nuestra relación, lo que le llevó a revelar información que usé para mi propio beneficio" dijo él.

"¿Hace cuánto sabes de ésto?" Preguntó Yuichiro.

"Alrededor de una semana".

Bajando el arma que apuntaba a Souichiro, Akashi habló con un poco de elogio en su voz.

"Me sorprende lo aue hiciste con tan poca antelación".

"Por la forma en que hablas, así como tu vestimenta y armas, ¿es seguro asumir que sabías que ésto iba a pasar hace ya bastante tiempo?" Preguntó Souichiro mientras se dirigió a su asiento detrás del escritorio ahora que ya no tuvo un arma en el pecho.

"Si, mi padre logró robar esa información hace alrededor de un año" dijo, sin emoción en su voz, ya que su padre no fue alguien a quien recuerda con cariño.

"Ya que no estás en ninguna base con Shido, ¿en que posición te encuentras con respecto a la situación en la que estamos?" Preguntó Yuichiro, refiriéndose al apocalipsis.

"Estoy reclutando gente para movilizarnos hacia plantas de energía e instalaciones similares que son escenciales para que la sociedad que queda siga funcionando. También espero algún tipo de ataque por parte de Shido-san, ya que no nos despedimos de la mejor manera".

"¿Que tipo de preparativos hiciste en tanto tiempo?" Preguntó Souichiro con intriga.

"Hay dos comunidades bajo mi mando, y una de ellas es autosuficiente" dijo Yuichiro mirándo a Yuriko que se movió para quedar al costado de su esposo y luevo volviendo la vista a Souichiro.

"¿Qué tan alto es tu altruismo?" Preguntó Yuichiro.

Souichiro frunció el ceño, y respondió lo obvio.

"Como antiguo señor de Tokonosu es mi deber ayudar lo más que pueda a los residentes de la ciudad. ¿En éstas comunidades tuyas, ayudarás a acoger a la gente que lo necesite?".

Yuichiro suspiró al escuchar lo que ya sospechaba de lo que lleva conversando con él. Alguien con su carácter sería de bastante ayuda en cualquiera de sus comunidades.

"No. Ayudaré cuando las condiciones sean adecuadas" dijo él.

"¿Y cuáles serían esas condiciones?".

"Verás, con ambas comunidades puedo ayudar a cierto número de personas con los recursos que tengo. Si sobrepaso el límite, la calidad de vida dentro de dichas comunidades disminuirá, algo perjudicial que a nadie le agradaría".

Souichiro miró a Yuriko y ella también lo miró de vuelta. Ambos pudieron ver en los ojos del otro lo asombrados que estaban de que la forma en que hablaba y su forma de 'gobernar'.

Obviamente todavía había ésa duda en el fondo de sus cerebros, preguntándose si todo éso es verdad.

"¿Cuanta gente hay en tus comunidades?" Preguntó Yuriko.

"En la más pequeña hay alrededor de 1700 personas. Y la más grande, que es la comunidad autosuficiente, tiene alrededor más de 10.000 habitantes" dijo él.

Souichiro y Yuriko por un momento se quedaron congelados de sorpresa. La comunidad más pequeña ya los había sorprendido, pero no esperaban para nada ese número salir de la boca de Yuichiro.